viaje de estudios

Por la mañana compartimos una puesta en marcha con distintos relojes biológicos que acaba en promesas que nunca cumpliremos.
La tarde se desliza entre comentarios, usurpaciones al poder de internet, broncas para controlar el estudio de un estudiante al que no le enseñamos nada que le interese en la escuela, chuches escogidas, bromas a tiempo y a destiempo, fondo de dibujos animados,cocinitas como cebo del aburrimiento...
Me falta mi niño en este espacio tan grande que sólo se rellena sabiendo que sus ojos están viendo y su procesador reteniendo, experiencias adolescentes a la luz de París
1 comentario
Esstupenda -
Yo sentí la libertad, por primera vez, la primera vez que estuve en París.
!Cómo me gusta leerte¡