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De caracteres heredables

De caracteres heredables Las Maortuas eran mujeres de una vez, valían para todo sin competir, por el placer que les procuraba el trabajo tanto manual como intelectual y tenían una extraña veneración a los hombres que se manifestaba hasta en los más pequeños detalles.
Claro que no todos los varones pertenecían a esta categoría, yo he visto eliminar de ella sin pestañear a un pipiolo que se atrevió a no tomar el café ritualmente servido tras la opípara comida.
Podría dar pruebas (es la número 40 de esta lista) de ello en algunas de las que todavía viven, pero más me gustan las evidencias de que sus caracteres sean heredados además de heredables.
Y es que mi niña dió desde pequeña síntomas de la herencia, que se agravaron en la preadolescencia cuando, viendo a su padre jugar al tenis, me miró como a una hormiga y afirmó :¡Qué suerte has tenido al casarte con él!.
Llegaron los tiempos malos y a pesar de ser yo el hilo que la conducía en una adolescencia tormentosa, sabía que era el modelo paterno el que necesitaba y siempre intenté reconducirla.
Ahora son colegas se respetan, se estiman y el tiempo irá sacándole brillo a esa imagen.
Pero no ha sido su padre sino mi padre el elegido en esta nueva etapa de su vida(ontinuará)

4 comentarios

lamágica -

jejej ejem y güeno no tan divertido, más bien ajogando la caló con dosis de reflexión, cuando la "arpia" saca las uñas, ufff, mejor tumbarse al sol y clamar por la paciencia. Ando mejor, todavía se puede un poco más.

deci -

Ess ya está todo juzgado, aunque quedan burocracias estúpidas y no tengo ganas de hablar para nada.
Mágic me tenías preocupada y creo que has estado de viajes múltiples asi que tendrás las rodillas hechas polvo jejej

lamágica -

Bueno que vuelvas y con este post tan familiar y valiente.No encontré el juego de lo del ojo directo que enlazabas.
Ando "peor que de rodillas", pero sigo.

Ess -

Qué bien que vuelvas al tajo.
¿Quieres que te cuelgue alguna foto?