Andando

Me explico:
Entro a las ocho, tengo cinco horas diarias con adolescentes de los que leo todo lo que producen a diario con lo que supone de carga de papeles y... lo peor, mi casa está a nivel del mar, y el monte de Santiago donde plantaron el Colegio a quinientos metros sobre el mismo que se salvan con los consiguientes escalones para el acceso a la plaza, a los que se añaden unos pocos para la entrada y no se cuántos más para las aulas.
Todos los años me propongo ir andando y todos los años lo cumplo hasta el día que se me cruzan los cables y mando la conciencia a tomar viento.
Estoy cumpliendo la promesa y disfruto con los cuatro naranjitos que hay en la base de la escalinata y que me recuerdan la plaza de mil naranjas que cobijó nuestra infancia. Pero hoy he salido antes de casa y no había alumnos precipitados que alborotaran, sólo nueve gatitos de distintos pelajes señoreaban el lugar.
Y mi sistema límbico me ordenó buscar a Baghera, a seres solitarios y huraños de los que nunca debo olvidar lo que hay detrás de esa mirada de ingenuidad, inocencia, incomprensión y desvalimiento.
¿ Lo recuerdas ?
9 comentarios
deci -
Candela -
Ess -
deci -
Cuenta, cuenta de escaladas y alturas para que ejem y yo quedemos satisfechos
MH -
Ess -
Claro que me acuerdo de aquel gato y de todos los desamparados.
Por cierto que mi amigo Ignacio a escalado a lo más alto.
decidida -
Candela -
Anónimo -
Por cierto "Decidida" Que me alegro que hayas vuelto, que es un gusto leerte y que tengas cuidado con los MONTES, aunque se llamen de Santiago y tengan naranjos...
¿Hace Calor ahí? Por aquí no para de llover. ¿Ese "mundillo" es el tuyo? Yo no sé hacer bolillos y bien que lo siento, porque desde el sonido de los bolos al chocar hasta el encaje acabado, hay un proceso maravilloso que incluye tener el mundo en tus manos y entre tus dedos... y eso, esa idea siempre me ha encantado. Me apuntaré a algún curso. Lo dicho, Deci. Me alegro de leerte y ver que sigues estando en pie de guerra. Besos